Muy cerca de la estación central de Goteborg, justo al lado del agradable paseo (si el termómetro no baja demasiado ni precipita nada del cielo) por el Kungsparken uno puede darse de frente con un monolito en medio de la calle que conmemora el primer partido de fútbol que se jugó en Suecia, el 22 de mayo de 1892.