Sebastián Pérez por estos días entrena en su nuevo club, Palestino, en lo que será una nueva experiencia en el arco del club árabe, una en la que busca reeditar su buenas campañas de los últimos años ya alejado de la portería de Universidad Católica, equipo que abandonó ante las pocas opciones que tendría el próximo año en la disputa de la titularidad con el juvenil Thomas Gillier.
Un traspaso que no le impidió al arquero organizar junto a su esposa, Dorka Sobarzo, unas merecidas vacaciones juntos a su hija, Rafaela, de siete años.
El llamado de Sebastián Pérez“Las fechas no coinciden con el calendario normal de los niños en el colegio. Imagínese que yo terminé en noviembre de jugar en la UC y ahora, en plenas fiestas de Navidad y Año Nuevo, estoy en pretemporada con Palestino, sin poder pensar en descansar en el verano”, cuenta en lun.com el arquero, quien pese a ello, no dudó en buscar la fórmula junto a su esposa para poder disfrutar de unas semanas de descanso en familia.
“Tuvimos que hablar en el colegio para que le cerraran el año antes que al resto. Por suerte ella tiene buenas notas y se porta bien, así que hicieron la excepción y pudimos irnos los tres por unos días”, agrega.
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— Publimetro (@PublimetroChile) December 22, 2024Tanto esfuerzo por mantener a la familia unida, con los tiempos necesarios para compartir momentos inolvidables, son una tarea que Pérez no transa, más aún después de sufrir en 2022 con el devastador diagnóstico de cáncer de mama de su esposa. Uno que adelanta “por fortuna, salió bien”, pero que lo puso en la vereda de todos quienes deben lidiar con la enfermedad de mayor incidencia fatal en el país.
Campañas permanentes por prevención cáncer de mama“Por fortuna, todo salió muy bien. En 2022 se le detectó cáncer de mama y, claro, eso nos movió el piso. La palabra cáncer siempre hace que uno tema lo peor. Fueron momentos duros”, inicia el arquero, quien valora el tempranero diagnóstico para encontrar el tratamiento adecuado para su esposa.
Por fortuna, todo salió muy bien. En 2022 se le detectó cáncer de mama y, claro, eso nos movió el piso. La palabra cáncer siempre hace que uno tema lo peor
Sebastián Pérez
“Por fortuna, fue una detección temprana. Se le extrajo el tumor y luego habría que esperar cómo evolucionaría. Había un abanico de posibilidades, desde quimioterapia a que sólo tuviese que controlar de por vida. Gracias a Dios fue esto último”, dice.
“Dorka no tiene más que hacer ahora que el control anual, pero obviamente en todo este proceso la pasamos mal. De hecho, al ir a la clínica especialista en cáncer de mamas, nos topábamos con mujeres que de verdad estaban muy complicadas y eso, por supuesto, que a uno lo deja mal”, reconoce Pérez, convencido en que esta enfermedad debiese tener una constante exposición mediática a través de campañas públicas e iniciativas privadas.
“¿Si en estos casos es cuando se valoran los llamados a que las mujeres se hagan los exámenes preventivos? Claro, pero creo que este tipo de llamados deberían ser permanentes, todo el año y no sólo en el mes del cáncer de mama. Esas son las cosas de las cuales uno se da cuenta cuando le toca vivir estas situaciones”, asegura.
“Esta situación nos ha permitido unirnos como familia, sin duda. Por eso valoro tanto que podamos salir de vacaciones y hacer lo que nos gusta. Después de este ciclo malo, tenemos muchos proyectos. Por ejemplo, estamos en campaña para ampliar la familia”, agrega el arquero, quien junto a su esposa reconoce que “queremos un hermanito para Rafaela. Claro, estamos rematando con todo al arco desde hace un rato, pero el arquero la está echando al córner todavía, jejeje. Para ya llegaremos al gol”.