El regreso de Neymar al Santos era un movimiento que los amantes del fútbol pedían a gritos. Doce años después de su explosión en Brasil, el exdel Barça y del PSG volvía a su casa tras una mala etapa en Arabia Saudí. Parecía el primer paso hacia su despedida del deporte rey, tras el calvario sufrido en el Al Hilal con las lesiones. Sin embargo, el atacante de 33 años tenía en mente disfrutar de un último baile en una gran liga europea cuando termine su contrato el próximo 31 de diciembre.