Rebobinemos. El Chelsea arrolló sin piedad alguna a un París Saint-Germain que ni las vio venir en la final del Mundial de Clubes disputada en el MetLife Stadium de Nueva York. Enzo Maresca jugó sus cartas a la perfección, le ganó la partida a Luis Enrique en la pizarra y su equipo se coronó campeón del mundo. Hasta aquí, todo correcto. Sin embargo, se produjo una tangana final que estropeó todo lo anterior. Y es que saltaron chispas entre el flamante fichaje 'blue', João Pedro, y Luis Enrique, que perdió los papeles tras el pitido final de Alireza Faghani.