El mercado de fichajes veraniego es un periodo muy estimulante en el fútbol. Los partidos no se disputan sobre el verde, sino en los despachos, pero son igual (o más) intensos. Como de costumbre, los grandes equipos de Europa se pelearon por los mejores jugadores del momento, ofreciendo al espectador momentos de tensión, culebrones que parecían no tener fin y, por qué no decirlo, algunos enfados. Ahora, tras un par de meses de curso cumplidos, ha llegado el momento de rendir cuentas.