La selección de San Marino, última en el ranking FIFA y con un valor de plantilla de 960.000 euros, enfrenta una de las situaciones más surrealistas de los últimos años en el mundo del fútbol. Tras las derrotas de esta semana contra Austria y Chipre, el combinado entrenado por Roberto Cevoli necesita que Rumanía les venza por varios goles para que estos se clasifiquen como segundos de grupo y ellos puedan optar a la repesca.