Quién dijo que las segundas partes nunca fueron buenas? A veces, volver a casa no solo reconcilia el corazón, sino que también se reescribe un legado. Lo supieron Kuyt y Van Persie en el Feyenoord o Joaquín en el Benito Villamarín. Y ahora lo sabe Xherdan Shaqiri, que ha cerrado el círculo de su carrera regresando al Basilea para convertirse, una vez más, en el héroe del pueblo.