Creador de la inteligencia artificial asegura que esta tecnología podría eliminar a la humanidad
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Geoffrey Hinton, un informático británico que lleva toda su vida trabajando en redes neuronales artificiales, razón por la que es reconocido como uno de los padres de la inteligencia artificial (IA), ha asegurado que esta tecnología podría eliminar a la humanidad. Como bien lo explica un reporte publicado en el sitio web de Cinemascomics, es interesante saber la opinión de Hinton sobre si es posible que la IA se enfrente a los humanos, especialmente por su experiencia en este ámbito. En una reciente entrevista con CBS, explicó: “Hasta hace poco, pensé que pasarían de 20 a 50 años antes de que tuviéramos una IA de propósito general. Y ahora creo que pueden pasar 20 años o menos”. “Puede haber un momento pronto cuando las computadoras pueden no solo diagnosticar sus propios problemas, sino también implementar arreglos por sí mismas. Eso es un problema, ¿verdad? Tenemos que pensar mucho sobre cómo controlar eso”. Cuando le preguntaron si una inteligencia artificial podría acabar con la humanidad, Hinton respondió de forma cautelosa: “No es inconcebible, eso es todo lo que diré. Creo que es muy razonable que la gente se preocupe por estos problemas ahora, aunque no sucederá en los próximos uno o dos años. La gente debería estar pensando en esos temas”. Tres formas en las que la IA podría acabar con la humanidad El informe agrega tres formas en las que la IA podría acabar con la humanidad: Automejora descontrolada: Que un sistema de inteligencia artificial pueda experimentar una automejora descontrolada llevaría a una situación conocida como explosión de inteligencia. Si un sistema de IA se volviera mucho más inteligente que sus creadores, podría representar una amenaza para la existencia humana. Armas autónomas: Se podrían desarrollar armas autónomas impulsadas por IA que sean capaces de tomar decisiones sin supervisión humana. Ciberataques: La IA también podría ser utilizada por actores maliciosos para llevar a cabo ciberataques en infraestructura crítica, como redes eléctricas, sistemas de transporte y redes financieras.
