Un logro importantísimo para la vida de toda persona es graduarse de la enseñanza media, y dejar atrás la etapa escolar para aventurarse a la adultez. La hija mayor del clan Pinilla-Gallardo, Agustina, cerró este ciclo durante esta semana.
Así lo dejaron ver sus padres chochos, Mauricio y Gissella, quienes han publicado diversos registros de la salida y graduación de cuarto medio que sucedieron durante estos días.
Este viernes 22 de noviembre, se llevó a cabo la ceremonia graduación de la joven de 18 años. El exseleccionado nacional subió diversos registros a su cuenta de Instagram, en donde se le ve junto a Gissella Gallardo, ambos vestidos formalmente, y su hija que posaba con su uniforme escolar y un ramo de flores de color morado, rosado y blanco.
Las siguientes imágenes del carrusel los situaba dentro de las instalaciones del colegio Craighouse School de la comuna de Lo Barnechea, en donde se aprecia a Agustina recibiendo su diploma de graduación en compañía de sus padres.
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A principios de semana, la feliz madre escribió un tierno mensaje en su cuenta de Instagram junto a una foto en escala de grises donde está Agustina, Mauricio y ella sujetando globos blancos.
“Felicidades mi princesa hermosa, Agustina, tu graduación es sólo el comienzo de una vida llena de logros… Te amo y estoy orgullosa de ti, mi amor", leía el texto.
Mientras que el padre, publicó la misma imagen, pero esta a color y con otro mensaje en dedicatoria a su primogénita. “Otro paso importante en tu vida, mi bebé Agustina. Vamos con todo ahora en la universidad“, comentó por su parte.
El presente de Mauricio PinillaDespués de unos años en el centro del huracán farandulero, y una importante crisis de salud mental, Mauricio Pinilla logró encontrar la calma y disfrutar lo que más le importaba: sus hijos.
“Estaba desconectado de mis hijos, estaba alejado, no estaba preocupado de todos sus detalles, de todas sus cosas. No conversaba con ellos, no me dedicaba el tiempo para jugar ni escucharlos. Me di cuenta que estaba perdiendo el tiempo”, agregó.
“Yo me pegué una depre súper fuerte, me aislé, me encerré en mi casa, me copeteaba. No me preocupaba de mi familia, de los niños, de los cabros chicos y estaba en una depre súper grande”, confesó el exseleccionado nacional.
“Ahí dije que esto no podía seguir así, yo dije que quería recuperar el amor de mis cabros chicos, yo quiero recuperar el amor de mi familia, quería recuperar la relación que tenía con Gissella. Yo quería recuperar las cosas que había perdido en tan poco tiempo”, añadió.
Después de preocuparse de su salud mental, y tratarse con profesionales, poco a poco se comenzó a alinear con sus deseos. “Lo viví muy fuerte, me costó un montón, pero hoy día me siento el hueón más feliz del mundo, despertando con mis cabros chicos, acompañándolo al colegio, a sus tareas, en risas, en paseos”, reveló.