La U fracasa como Kudelka

La U. no juega bien, a duras penas empató sin goles ante Melgar en el Nacional. De nada sirve, en todo caso, porque el cuadro del chuncho se despide de la Copa Libertadores y de los millones de dólares que premiaban una eventual clasificación a la fase de grupos del torneo continental. Melgar fue superior en toda la llave. Una cosa es buscar a los empujones y al pelotazo; otra muy distinta es tener una idea clara de qué hacer sobre el campo de juego. Eso fue lo que se vio en el Estadio Nacional. A los representando el juego de las confusiones y a los peruano apegados a cerrojo defensivo inteligente, bien armado, que los dueños de casa no supieron abrir. Tanto el primer tiempo como el segundo se desarrolló en un mismo tono. Con una escuadra estudiantil entusiasta, pasada en revoluciones muchas veces, apretando a Melgar. Posiblemente el partido que había planificado Pautasso, el estratego rival, que armó una escuadra para contener, con dos líneas de cuatro muy aplicadas, que más allá de no tener el control de la pelota, sí tenían el control del partido. Y creándose oportunidades, además, aprovechando las debilidades defensivas del conjunto chileno. Cuesta, solo, controló mal entrando al área y Sánchez exigió desde distancia a Herrera. La respuesta de la U fue un cabezazo de Aveldaño y un remate que, de chiripazo, pegó en la parte superior del travesaño. Kudelka, que dispuso sobre la cancha un equipo de poco fútbol en el medio (salvo Jimmy Martínez), sufría en la banca y batía los brazos en signo de reprobación. Sabía que su equipo no encontraba el camino y que el cero a cero, mortal para el sueño de la U, se hacía cada vez más imposible de remontar. Desesperado, el DT lanzó a la cancha todo lo que tenía. Un doble nueve (Benegas y Campos López), con Parra y Torres franqueando el área. Un 4-2-4, que por empuje encajonó a Melgar cerca de su área. La expulsión de Freitas, a los 78’ animó, avivó el deseo azul de ir al frente, con algo más de creatividad, gracias al buen rendimiento de Parra, quien se quedó en la banca por problemas físicos, que poco se le notaron mientras estuvo en la cancha. Narváez se cruzó en el área chica, cuando Benegas ya tenía el gol en la cabeza. Martínez probó entrando el área y Campos López mandó la pelota al fondo del árco, pero el juez anuló su conquista. Todo a cuatro minutos del final, cuando el Chino Vittor ya era un tercer nueve en busca del gol heroico. Pero no, la U de Kudelka no está para hazañas. Más bien está para tragedias, para llorar. Es lo que deja su corto pero traumático paso por la Copa Libertadores. Fuera en la Fase 2, ante un rival que en el papel era inferior, por nombres y por presupuesto. Kudelka y sus muchachos partieron de forma horrible el 2019 y posiblemente el DT pagará las consecuencias. Más allá de que se quede o se vaya del club, su escenario es crítico. Tan crítico como el nivel de su escuadra.

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