Justicia confirma condena contra exagentes de la DINA por el secuestro de la estudiante de Enfermería Jenny Barra en 1977

Los exmiembros de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINA) Pedro Espinoza Bravo, Rolf Wenderoth Pozo, Juan Morales Salgado y Miguel Krassnoff Martchenko, fueron condenados en segunda instancia por la Corte de Apelaciones de San Miguel, como autores del delito de secuestro calificado de la joven estudiante de Enfermería, Jenny Barra Rosales, hecho ocurrido el 17 de octubre de 1977 en las cercanías de la Plaza Guarello, en San Bernardo.

De esta manera, se confirmó la sentencia de primera instancia dictada por la ministra en visita para causas de DD.HH. de la Corte de Apelaciones de San Miguel, Marianela Cifuentes, en mayo de 2024, donde se condenó a los exmilitares a la pena de diez años de presidio mayor en su grado mínimo.

De igual forma, las ministras María Catalina González, Claudia Lazen y el magistrado Leonardo Varas ratificaron la condena de Enrique Sandoval Arancibia como encubridor del delito de secuestro calificado, aplicándose una pena de 540 días de presidio menor en su grado mínimo, la cual, según el tribunal, se da por cumplida debido al tiempo que el condenado estuvo en prisión preventiva.

Pese a valorar el fallo, la abogada querellante, Andrea Gattini, cree "que no se han sopesado los hechos en toda su magnitud y eso repercutió en la calificación jurídica de los delitos cometidos y en la pena impuesta a los condenados”.

Por tal razón, explicó que presentaron un recurso de casación ante la Corte Suprema para que se recalifique el delito de secuestro por homicidio calificado.

La abogada argumentó que “Jenny Barra fue detenida y encerrada en centros clandestinos de tortura y exterminio para sacar toda la información posible y solo luego de haber cumplido ese propósito criminal, fue asesinada y su cuerpo arrojado a un pique minero en la Cuesta Barriga, para asegurar absoluta impunidad. No es solo un secuestro calificado, por lo que presentamos un recurso ante la Corte Suprema insistiendo en una correcta calificación, cuestión que es de toda justicia y esperemos que prospere”.

Los hechos

Jenny Barra Rosales fue aprehendida ilegalmente por primera vez el 17 de enero de 1974 por militares de la Escuela de Infantería del Ejército de San Bernardo, permaneciendo 6 meses en el campo de detención y tortura del cerro Chena, desde donde fue trasladada a otros centros clandestinos de la dictadura cívico-militar como Tejas Verdes, la Correccional de Mujeres de Santiago y el cuartel de Tres Álamos. Tras ser liberada prosigió con sus estudios de enfermería en la Pontificia Universidad Católica.

Según pudo acreditar la ministra Marianela Cifuentes, el sábado 15 de octubre de 1977 José Miguel Tobar Quezada, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), fue detenido por agentes de seguridad que se movilizaban en un automóvil, siendo trasladado hasta el centro de detención clandestino Villa Grimaldi en la comuna de Peñalolén.

Luego de varias sesiones de torturas para obtener información acerca de otros militantes del MIR, Tobar identifica a Jenny del Carmen Barra Rosales con su nombre político de Hilda, siendo detenida el 17 de octubre de 1977 por agentes de la dictadura luego de visitar a una amiga.

Al igual que Tobar, Jenny Barra fue llevada a Villa Grimaldi donde también fue sometida a torturas. Producto de ello, la joven terminó proporcionando los antecedentes que permitieron la detención de Hernán Santos Pérez Álvarez, un fotógrafo y militante del MIR, el 19 de octubre de 1977 en la comuna de Pudahuel.

La justicia determinó además que “José Miguel Tobar, Jenny Barra y Hernán Santos, detenidos de manera consecutiva entre el 15 y el 19 de octubre de 1977, militaban en el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y colaboraban estrechamente con la elaboración de la publicación denominada El Rebelde”.

En la causa se estableció también que con posterioridad, Tobar y Barra fueron trasladados al centro de detención clandestino Simón Bolívar ubicado en la comuna de La Reina, lugar en que permanecieron ilegalmente encerrados.

En definitiva, Jenny Barra “murió en fecha no determinada, de manera violenta, a consecuencia de eventos traumáticos provocados por terceros, tras lo cual su cuerpo fue arrojado a un socavón de la mina ‘Los Bronces’ en la Cuesta Barriga, lugar en que el año 2001 se encontraron solo algunos pequeños fragmentos esqueletizados, ya que en el mes de enero de 1979, por decisión de la autoridad de la época, agentes de la Central Nacional de Informaciones realizaron en ese sitio un operativo con el fin de extraer los restos de los prisioneros ejecutados, los que fueron removidos y trasladados a un lugar no determinado” y que se conoció como el Retiro de Televisores.



Fuente: https://www.publimetro.cl/noticias/2025/02/08/justicia-confirma-condena-contra-exagentes-de-la-dina-por-el-secuestro-de-la-estudiante-de-enfermeria-jenny-barra-en-1977/

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